martes, 24 de septiembre de 2019

(Hay un silencio...) Pablo Cerezal



Foto: Andrés Palomino, '1977. Cartelería cultural'

Hay un silencio de nieve en la mañana del domingo, y un arrullo de hojas secas que contraría a los gatos. Los barrenderos del ayer olvidaron esparcidas las migajas del otoño sobre el sueño y el asfalto. Y yo camino arrastrando kilómetros que copularon con mis zapatos sólo para recordarme que vivir sigue siendo extraño.
Decadencia de una noche de sábado que ensucia aceras con naufragios de vidrio roto y suicidios de tabaco.
Llegado a casa y sentado frente al licor y el teclado me pregunto para qué escribir, por qué luchar contra relojes, latido, víscera y dados, a qué este rumor de palabras con que anhelo resumir la vida que, seguro, me soñó un demiurgo enajenado.

POEMA PERRO PARA EMMANUEL LEVINAS, Antonio Crespo Massieu

Foto: Andrés Palomino '1974. Calle 1º de Octubre'.


En milimétrico ejercicio
o precisa ciencia meticulosa
nos habían despojado,
desgajado y perdido cada día
más hondo, más al hueso,
mondos ya de humanidad, restos
sin rescoldo apenas de aquello
que un tiempo fuimos y ya era
hueco, vacío ni tan siquiera memoria.

El campo, las alambradas, los gritos,
muertes, la rutina, caminar, fiebre,
los muertos, seguir, el sopor sin descanso,
trabajo, rutina, la mierda, el hambre,
las letrinas, los muertos, las órdenes, el frío.

Todo era vacío
hueco del tiempo inmóvil,
duración de huesos sin dignidad, 
ausencia de mí y de nosotros,
sólo durar sin mirada ni palabra,
oración o blasfemia. La nada
hecha fatiga, sudor, temblor
sin nombre ni voz.

Mas aquella mañana incierta
del infinito invierno de bruma y frío
caminábamos al trabajo por la vereda
que circunda el campo y fue entonces.
Entonces le vimos como aparición
tras el desmonte, los ojos fijos,
orejas erguidas, cabeza ladeada,
jadeante, con la lengua fuera,
famélico, el rabo tieso, todo costillas,
aún más delgado que el más delgado de nosotros.
Y nos mira con ojos fijos, extáticos,
(a nosotros nos mira que nada éramos
que éramos la nada o nada más
que carne kosher de campo
destinada a ser sólo nada).
Y avanza temeroso y nos huele
y mueve el rabo y humanos nos reconoce
y nos reclama como amos.
Espera protección,
amparo y cariño
(y parece tan perdido).

Así,
cada día acompañándonos al trabajo,
corriendo alegre junto a nosotros,
alimentado de las sobras miserables
de nuestras miserables sobras
nos dio nombre y dignidad,
palabra y un rostro
en el que mirar y ver
no vacío sino los ojos
perdidos del ser humano.

Así,
un perro, sólo un perro
famélico, escuálido, sarnoso
(al menos tan sarnoso
como el más escuálido de nosotros)
anuló
para siempre
la meticulosa ciencia
del verdugo.  
                                         De Orilla del tiempo, 2005.

  Memorial de ausencias [Poesía 2004-2015] Tigres de papel, Madrid, 2019   

HIERONYMUS BOSCH Zhivka Baltadzhieva



Foto: Andrés Palomino '1974. Calle 1º de Octubre'.


Ha abierto la puerta

el Gran Colisionador. ¿De hadrones?
¿De pesadillas? ¿De conciencias?
¿De vulnerabilidad?

¿Quién ha salido, qué entrará? La pintura
¿ante qué tiembla? ¿Qué conjura?

Buscamos materia oscura con luz invisible.
Y al hombre con drones

le emboscamos.

Zhivka Baltadzhieva (GenES, Amargord Ediciones, 2016)

domingo, 22 de septiembre de 2019

ESTÁ LA LLAGA Y LA LUZ. Y LA LUZ PREVALECE Y SALVA (Fragmento) Antonio Crespo Massieu

Foto: Andrés Palomino '1975. Vida cotidiana en Palomeras Altas'.

Íbamos por el país de las sombras, orgullosos
de un no proclamado con la cara al viento
de todas las interrogaciones o certezas,
contra los silencios cómplices y la repetida ignominia.
Entonces la palabra era un soplo cálido de la memoria,
abrías, abríamos, calles de espanto, de enloquecido sueño,
de gritos (a gritos, con piedras de voz, de luz, rompíamos
avenidas, ventanas, lunas, lo que se quebraba en el tiempo
para nacer) con pequeñas banderas, con una esperanza
repetida en infinitas lenguas.
Éramos como nuestros cuerpos:
una insolente certeza,
el desnudo afán de una belleza nuestra y desconocida.

Descendimos a la noche amenazada
(lo ocultado con el miedo, lo destruido,
lo que íbamos haciendo trizas en la madrugada,
lo arrojado en el silencio)
supimos del espanto, del hueco de sangre
que hería las baldosas, los registros, las largas ausencias,
supimos la caída que fue grito multiplicado
(descubriste entonces la geografía insumisa
de tu ciudad nunca vencida, las alejadas plazas,
el extrarradio, las barriadas humildes, las aceras
nunca antes visitadas) y fuimos vergüenza
cuando al alba era la muerte y su decretado silencio.

Y sin embargo nada,
ni la noche, el horror, el miedo,
nada
abolía la sonrisa, la inconsciente esperanza,
el saberse inicio, terso reclamo
de un mañana venidero, inevitable, nuestro.

(De Elegía en Portbou, 2011)
Antonio Crespo Massieu, Memorial de ausencias [Poesía 2004-2015] Tigres de papel, Madrid, 2019

sábado, 21 de septiembre de 2019

(Yo, tú, él) Zhivka Baltadzhieva

Foto: Andrés Palomino '1977. Escaleras raídas'.
Yo, tú, él,
un dispositivo portátil, configurado a base
de maravillas, programas progresivamente devaluados
y diccionarios multilingües incorporados
para leer diminutos contextos y dimensiones arrolladoras
en la estructura plegada del Cosmos y el Sentimiento
en medio del ruido mental.
 (GenES, Amargord Ediciones, 2016)

(Vienen...) Pablo Cerezal

Foto: Andrés Palomino '1977 Trashumancia Colonia Sandi (Palomeras)'
Vienen de los cerros, de la verticalidad horrenda de cordilleras sin mañana, de los pastos incendiados en ignominia de un progreso que ignora lo verde, lo claro, los valles, los cielos.
Vienen de la ciudad subterránea para colmar nuestras calles de andrajos, plegarias y súplicas de pan o moneda.
Aquí, como en el resto del orbe, el pobre aprende del rico que este debe refregar su conciencia en el barreño ajado de la caridad y la limosna.
Es por ello que bajan a la ciudad sin límites con un fronterizo rezo demoliéndoles la dentadura. Es por ello que invaden las acequias de hormigón y ladrillo en busca de la migaja que nos sobra o no nos place.
Mendicidad latente de la Navidad y la Buena Nueva.
Mendicidad oculta entre los rieles de ferrocarriles que conducían al futuro y quedaron en mero atropello de utópicas fraternidades

viernes, 20 de septiembre de 2019

(Amaneces...) Pablo Cerezal


Foto: Andrés Palomino, '1979. Corrala vecinal en la avenida de Palomeras'.
Amaneces al invierno feroz de este mundo despejando las dudas de un anochecer incauto, y tu voz desgarra los fulgores de estrellas que no se atreven a brillar para no asustar al cielo.
El hospital despereza el sudor de heridas y lamentos de un día perdido entre vendajes, sondas, goteos y suturas que no quieren decir su nombre. Y tú describes tu presencia con la metáfora quieta del llanto primero. Yo, aletargado por el cínico festival de luces de la sala de partos, asisto a tu nacimiento. 

(EL PRESIDENTE LLUIS COMPANYS SE QUITA SUS ZAPATOS UNA MADRUGADA DE OCTUBRE DE 1940 EN EL HISTÓRICO CASTILLO DE MONTJÜIC) Antonio Crespo Massieu


Foto: Andrés Palomino, 1977, Día lluvioso en Palomeras


Ahora que veo sus zapatos blancos
aplastando entre el barro la colilla
del último cigarro que ha fumado,
mirando el incierto azul que tanto amó
abrir el amanecer y sonríe elegante
- aún sin corbata –
cuando con la punta del zapato
(un zapato blanco como de sportman
o club de tenis o paseo pisando
la grava del parque o veraneo en Cadaqués)
lo aplasta contra la tierra cuya ausencia
le duele más que la propia vida que deja.

Entonces, tras mirar el cielo, sonreír
añorar y ventear el mar lejano,
pide descalzarse y con gesto cuidadoso,
pausado como caricia o cortés adiós
coloca a su derecha, junto al muro,
sus zapatos blancos
(esos zapatos de sportman en día de ejecución)
que quedan tan cerca de la colilla
aplastada y ahora dice
con una tristeza limpia, saboreando
las palabras como despedida o reencuentro,
descalzo para morir pisando tierra
catalana y sonríe de nuevo mas ahora
altivo y espera la descarga y antes aún
dice asesináis a un hombre honrado
(y lo fue con la honradez serena y callada
del tiempo antiguo de la dignidad)
y dice o grita entre disparos Visca
Catalunya Lliure y cuando cae
y nada dice y su cuerpo inerte reposa
en la tierra amada por libre, entonces
ahora, veo sus zapatos blancos
que permanecen en el foso del castillo
esos zapatos como de sportman o veraneo en Cadaqués,
esos zapatos blancos tan de fusilado,
tan de pasear ante el histórico foso
del histórico castillo de Montjüic
(ese castillo y foso tan de fusilados)
una brumosa madrugada de octubre
que nada anuncia salvo la nada y muerte que nada deja.

Nada, salvo unos zapatos blancos
(blancos ya sabéis como de sportman)
que permanecen siempre intactos,
sin sangre, limpios y tan blancos,
en estos muros negros de tanta historia.
                                                            De Orilla del tiempo, 2005.

  Memorial de ausencias [Poesía 2004-2015] Tigres de papel, Madrid, 2019     




(GENES) Zhivka Baltadzhieva

FOTO: Google images 'Madres contra la droga'

GENES

Mi propio ancestro, el Homo Antecesor,

que en paz descanse
en la Cima de los Huesos,

fue un caníbal

tumbado plácidamente en los hierbajos
de la gran zona gris

¿inconsciente?

¿irreflexiva?



ГЕНИ


Собственият ми предтеча, Хомо Антесесор,

мир на праха му
отдавна извеян от Костни връх,

бил канибал.

Сладко излегнат сред буренака.
В безмерната сива зона

Неосъзнаване?

Несъзнаване?

GenES (Amargord Ed, 2016)

EL CORONEL DICE...

 -first words-
el Coronel juega todas las mañanas de 8 a 9 cuando el sol pega la lengua a las contraventanas de aluminio de la terraza cubierta los cartones de los muebles de Ikea la hielera de la Reina el aspirador de Rodrigo la hiedra juega todas las mañanas con el Coronel a la muerte y se tocan se lamen se matan pero ninguno se muere no he regado la hiedra desde que llegó a casa la lamo he jugado a las tacitas de té hemos bailado no tengo tiempo que perder los invitados ya han llegado cultivan los pechos de las niñas las caricias de los jíbaros París es una fiesta fuegos de artificio huesecillos del oído incandescentes martillo yunque lenticular y estribo
vamos a dejar a un lado las cicatrices de la máscara porque son lo que son y nadie puede hilar en una herida sin perder parte de la quilla -ves te dije que iba a volver a rimar y no me creías capaz-
Volved volved oscuras mariposas el polvo os espera la revolución de las cortinas los elefantes los dedos mojados de las ortigas pueblos sin dientes pueblos calvos pueblos hinchados como poemas de viernes gatos centrifugados la mierda de la eucaristía todos serán esclavos lo dice el Coronel lo dice el papel mojado todo lo que escribas te perseguirá y en la frente de tus hijos dejará un dedo como una flecha para que sepan los otros niños y los maestros las señoras que riegan los geranios cuando el sol se esconde detrás de las vigas de aluminio digan mira mira mira ese es el hijo ese y no otro con todas sus virtudes y todos sus vicios que no son pocos pero que nadie podría decir que son míos
Y en la forma encontraremos la carne o era al revés ya no importa detrás de la máscara el horizonte vertical rasgado como un crucifijo
el Coronel sueña con moscas que huyen del zapzapzap del ventilador las moscas sueñan con una perspectiva sin blindar somos el paisaje de una batalla un campohuérfano donde crecen como flores de manteca las arañas.

martes, 17 de septiembre de 2019

Pablo Cerezal

Pablo Cerezal (Madrid, 1972). Escritor y guionista. Ha publicado la novela Los Cuadernos del Hafa (2012), el diario poético Breve Historia del Circo (2017), el libro de crónica periodística Al-Maqhaa (2017), así como, junto a Claudio Ferrufino-Coqueugniot, el volumen de crónicas urbanas Madrid-Cochabamba (2015). Ha participado en numerosas antologías literarias como Erosionados, El descrédito y Lift Off, y firmado el prólogo de libros de Vicente Muñoz Álvarez y Javier Vayá, entre otros. Asesor de guión en el documental Quinuera (2014), coguionista de los documentales Madrid-Cochabamba (2015) y Geometría del esplendor (2016), y colaborador en numerosos medios periodísticos, como Frontera D (España), La Razón (Bolivia) y Red Marruecos (Marruecos). Mantiene los blogs Postales desde el Hafa y Vislumbres de El Dorado.

lunes, 16 de septiembre de 2019

Antonio Crespo Massieu

Foto by: Carmen Ochoa Bravo

Antonio Crespo Massieu (Madrid, 1951)

Es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense y Diplomado en Estudios Portugueses por la Universidad de Lisboa. Desde 1997 hasta 2018 fue responsable de las páginas literarias de la revista Viento Sur. En la actualidad forma parte de su Consejo Asesor. Desde 2017 organiza y presenta el ciclo Poesía en el Bulevar en la Casa de Cultura y Participación Ciudadana de Chamberí, Madrid.


-          Ha publicado los poemarios En este lugar (Fundación Kutxa, Donostia- San Sebastián, 2004) por el que obtuvo el “Premio de Poesía Kutxa Ciudad de Irún” en su XXXV edición, Orilla del tiempo (Germania, Valencia, 2005), Elegía en Portbou (Bartleby Editores, Madrid, 2011) , Los regresados (Ediciones 4 de Agosto, Logroño,2014) y Obstinada memoria, Amargord Editores, Madrid, 2015. Memorial de ausencias. Poesía reunida.2004-2015- Editorial Tigres de papel. Madrid,2019. Su obra poética ha sido incluida en numerosas antologías.

Fue finalista del premio Nacional de Poesía 2012 con Elegía en Portbou.

En 2009 publicó el libro de relatos El peluquero de Dios (Bartleby Editores, Madrid, 2009).

Ha escrito trabajos de investigación y de creación literaria en revistas como Anthropos, Revista da Facultade de Letra – Universidade de Lisboa, Asparkía, La ortiga, Dossiers feministes, Diálogo de la Lengua, El cielo de salamanca, Riff-Raff, Cuadernos del matemático, cbn… Su obra poética está presente en numerosas antologías.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Zhivka Baltadzhieva

nace en Sofia, Bulgaria 23. 09. 1947. Pero vive en Madrid y escribe simultáneamente en búlgaro y español. Dice de su obra el poeta Iván Teófilov: “Esta es una poesía muy esencializada, construida a partir de elementos a primera vista extremadamente sencillos pero vitales, fragmentos de la memoria personal que se funde con el mito, lo amplía, redireccióna y transforma en un mito nuevo, nuestro mito, el mito de nuestro ser actual.” Entre sus libros de poesía destacamos “Al final del bosque verde”, “Fiebre”, “GenEs”, “Fuga a lo Real”, “Sol”, editados en España. Y de lo publicado en Bulgaria: “Nunca”, “Mitologías apátridas”, “Iluminación diurna”, “Plexo Solar”. Sus poemas han sido traducidos a una veintena de idiomas e incluidos en antologías de la poesía contemporánea universal, búlgara, española. Ha traducido a español autores búlgaros como Hristo Botev, Blaga Dimitrova, Nikolay Kantchev, Antón Donchev. Ha vertido a búlgaro obras de Lorca, M. Hernández, Quevedo... Es Doctora en Filología Eslava y Lingüística Indoeuropea. Podemos encontrar sus ensayos y artículos de literatura comparada en revistas especializadas y libros monográficos. Le han sido concedidos los Premios Nacionales de Poesía: Lengua Materna, Sliven, Dimcho Debelianov (en Bulgaria) e Internacionales como Poetas de Otros Mundos del Fondo Poético Internacional o el II premio en el Certamen Europeo Clemente Rebora 2018-2019.


EL CORONEL


EL CORONEL
Porque vivimos en una ciudad desigual, vestida de capricho de dioses y barrios gourmet; desabrigada y desnuda, con sus barrios dignos y hermosos y sin embargo salpicados de olvido, castigados sistemáticamente por el gobernante de turno. Por ello, desde la perspectiva del hormigonado suelo que se pisa desde Entrevías al Puente, desde la óptica que ofrecen las  ramas de los árboles de la Avenida de la Albufera, desde el canalón de zinc, donde vierten el agua los tejados en las azoteas más altas de Ramón Calabuig, es decir, desde el punto de vista de los gatos, porque los gatos ven entre seis y ocho veces mejor en la oscuridad y aquí es de noche siempre, vamos a contar este año en POéTIKAS con un camarada felino, con un compañero gato, con un vecino curtido en mil batallas, que ha venido a parar a este Valle del Kas, desde la Castilla perdida y el México duro, cimbreando el rabo y las orejas tiesas, con la misión de descifrar el barrio nuestro, y dejar que el maullido y las firmes uñas de la poesía tracen el lenguaje común de los desamparados. Vecinas, vecinos, el Coronel dirá.

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Foto by: Federico Romero
Carlos de la Cruz Iglesias (Aranda del Duero, 1973)

No soporta otro vino que no sea el del terruño y por eso solo bebe Ribera del Duero. Bueno, Ribera y mezcal de su pequeña patria adoptiva, México, donde anduvo viviendo muchos años, tantos que a su regreso hablaba con esa mezcla de mexicano y castellano recio con la que vuelven los hijos pródigos que han sido acogidos por otros hogares.

Recita y canta versos desde los tiempos del instituto o incluso antes y su producción es tan basta que no hay quien pueda hacerle una antología completa de su obra, sopena de arruinarse.

Maneja el lenguaje con una fluidez que a pocas personas se les ve. Se ha auto-restringido producir poesía a los viernes y nadie puede molestarle ese día ya que está luchando contra las ideas, las palabras y el papel en blanco.

Le encanta bailar abrazado a la negra y es el ideólogo de la Trilogía del Coronel (Bancarrota ed. 2019), tres volúmenes de poemas y prosa poética, que desgarran, amenazan y emocionan al mismo tiempo.

viernes, 13 de septiembre de 2019

EL CORONEL DICE:

DICE EL CORONEL
Hola
el coronel dice:

hay un muro
una reja roma
que saca el surco tieso
enhebra la ciudad:
Aquí los rotos Allá los sucios
de este lado un pollo relleno de fruta y ladrillos
dejad que los negros jueguen
con el fósforo de la lluvia
los latinos beban cerveza junto al salón de apuestas
los eslavos se coman las aceras
Nosotros, dice el Coronel
somos el reflejo traslúcido de la mansedumbre
el horror de la furia sin agua caliente
la silueta dorada de los pechos de una virgentremenda como el Cerro del Tío Pío
7 pezones como siete cabezas de tornillo
contemplan la ciudad

Cae la tarde y cae el martillo.

lunes, 9 de septiembre de 2019

REGRESA A VALLECAS, POéTIKAS. UNA CITA IRREMEDIABLE EN LA LIBRERÍA LA ESQUINA DEL ZORRO CON LA POESÍA.


Después de un alto de tres años vuelve la poesía más heterogénea a la mítica librería La esquina del zorro, esta vez a su recién estrenado local situado en la calle Ramón Calabuig, 27.

Plural, diverso y diferente, el ciclo de poesía contemporánea POéTIKAS surgió en el año 2013 como punto de encuentro y espacio común para los vecinos del barrio, con la idea de que la poesía actual ejerciera de pretexto para establecer vínculos entre individuos con distintas sensibilidades.

No obstante, entendimos que, a todas y a todos, independientemente seamos escritoras o fontaneros, nos acompañaban igualmente conflictos y emociones; pensamos que había una necesidad colectiva y que al menos una vez al mes visibilizarla en común y compartirla era un buen modo para reflexionar sobre cómo la actualidad social influye en el individuo.

Coordinado por Gsús Bonilla, desde septiembre de 2019 hasta mayo de 2020, todas las últimas semanas de cada mes, habrá una cita irremediable en la librería La esquina del zorro con la poesía, por donde pasarán poetas actuales con distintas sensibilidades y formas o maneras de expresarse en el ejercicio poético.

Como novedades en esta temporada, contaremos con los diarios de El Coronel, que ejercerá de maestro de ceremonias. También hemos incluido una ‘taquilla inversa’ en cada sesión, a modo de valorar económicamente el trabajo y la asistencia de poetas a un evento de estas características.

La primera sesión del ciclo será el próximo viernes 27 de septiembre, a las 20.30 h., donde intervendrán Zhivka Baltadzhieva, Antonio Crespo Massieu y Pablo Cerezal.

Os esperamos

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