Es Extremeña. Concretamente, de Miajadas, Cáceres. Allí contrajo la enfermedad de la lectura, considerada incurable por todos los facultativos a los que ha consultado. Entre otras cosas, esta dolencia le ha provocado la extraña conducta de escribir de vez en cuando, principalmente poemas que ha ido compilando de aquella manera, tratando de buscar algo de coherencia, como primer paso para darle sentido al mundo. Ha publicado el poemario Ficciones de carreteras (Vitruvio 2008) y ha sido incluida en diversas antologías (Madrid Capital, Siete Samuráis, Erato…). Actualmente, compagina la poesía con la caligrafía y con hacer anuncios para la tele. Lamentablemente, solo esto último le da de comer.
Máquina! si es que vales un montón.
ResponderEliminargracias, reina!!
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