A pares no encontrarás, por el camino,
taburetes, sillas, sofás, camas,
sino direcciones desconocidas
que habitarás a golpes o a caricias.
Que así sea el columpio.
No pertenecemos,
aceptamos ciertos grilletes
- al menos tres: familia, ego, verdades a medias -
porque crecer, para crecer,
hay que engancharse fijamente
para tomar impulso,
auparse y seguir escalando.
Cuando se cree haber llegado a la cima,
nos damos cuenta de que es un paisaje más,
a otra altura.
De: Yolanda Pérez Herreras, en ECUACIONES DE SEGUNDO GRADO (Ed. EL TORPE AL TIMÓN. 2012)
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