martes, 25 de febrero de 2014

SESIÓN X/ Febrero 2014

Ciclo de poesía contemporánea en Vallecas: POéTIKAS en La esquina del Zorro. 
20:00H. 
Sesión X/ 21:02:2014.
Con: Yolanda Pérez Herreras, Carlos Salem y Escandar Algeet.

Podríamos decir que hemos llegado al ecuador, de este primer año, en POéTIKAS; celebramos la jornada diez del ciclo, de las veinte posibles que se pueden dar. Al menos habrá poesía, dos veces al mes, hasta el mes de junio, en la librería La esquina del zorro. Posiblemente hasta julio, en este  Vallecas preso de la velocidad; toda una alegría para nosotros, cuando en un principio dudábamos del interés de los vecinos. Como en las historias comunes que a diario acompañan a los individuos, este ciclo está dibujando la suya en la cotidianidad de lo recóndito; de lo personal y lo susceptible; de la delicadeza, llegando hasta la cordialidad; pasando por el apego,
que de alguna manera simboliza el amor. Del compromiso y la conciencia. Hay tal cúmulo de sensibilidades, que a menudo, bien, mal o regular, unen a las personas. Nos mola, cuando es lo que nos aleja poco a poco de las monedas convencionales. El ciclo crece y todavía es pronto para sacar conclusiones, tampoco es tiempo para hacer algún tipo balance. También es complicado saber si nos corresponde a nosotros el hacerlo. Hablando de poesía, libre te quiero como decía el libertario, refiriéndose a la belleza en su poema; lo bueno es que podemos hablar de diferentes enfoques de una misma cosa, de diferentes expresiones de un monstruo que se desarrolla y transforma constantemente. Las realidades tan distintas que se presentan en la vida, y aquello otro que siquiera alcanzamos a comprender, tal vez porque no necesite ser entendido. En todo caso manifestaciones diversas, expresiones que enfocan la realidad del individuo, de la comunidad. Solo que, de alguna manera, tratar de nombrarlo: POéTIKAS. Donde posiblemente el interlocutor, adonde llega el mensaje, sea lo más importante.
A uno no dejará de sorprenderle los viernes del POéTIKAS. Hoy era bien temprano cuando en la puerta del chiringuito había un amplío grupo de personas esperando a que diéramos comienzo una nueva jornada de este ciclo de poesía contemporánea. Sorprendente, porque aún quedaba una hora para empezar. Teníamos un cartel, supongo que interesante, por la expectación. Hoy nos visitaban la artista perfomance Yolanda Pérez Herreras, y los poetas Carlos Salem y Escandar Algeet; estos últimos mantienen un “tour”, al calor de la editorial ‘Ya lo dijo Casimiro Parker’, por la península, bajo el nombre de “Confieso que he bebido”; pero hoy no era el caso, hoy acudía cada cual con su película. No eran las ocho de la tarde y no cabía un alfiler en la librería, nuestros habituales que saben que damos un margen de cortesía antes del comienzo, tuvieron que permanecer de pie durante la sesión. Tampoco quisimos demorar más la historia, así que cogimos de la pechera al pendenciero Charles Bukowski y le invitamos a que abriera la sesión diez de POéTIKAS. Hoy tenía que ser él, por tantas y tantas cosas que sería absurdo enumerarlas. Así pues, todo bastante obvio; excepto el poema que elegimos de él: “Poemita”, aquél de la “paloma malograda” entre tanto diminutivo, aquél donde para el poeta la muerte también era un misterio.

EL ARTE DE LA METÁFORA

Admiradores, seguidores, adeptos, simpatizantes, incondicionales, en definitiva fans. De hecho, la mayoría de la gente es fan de algo o alguien. Deportes, televisión, actores, películas, estrellas del rock, etcétera. Hasta aquí la normalidad, lo corriente. Pero inusual, bajo mi punto de vista, cuando se trata de poesía. Un poeta casi acorralado por una cuadrilla entusiasmada, antes, durante y después de una lectura o recital. Al menos, yo es la primera vez que lo presencio. El hecho es más sorprendente cuando no hay soporte mediático alguno, y sus dos únicos libros están publicados en una editorial independiente, semi-invisible; no obstante, Escandar Algeet, en poco más de tres años, lleva vendidos miles de libros. En poesía, todo un bestseller. A su poesía le podemos encontrar algunos rasgos característicos de los poetas de la experiencia, como podría ser un lenguaje sobrio entorno a lo cotidiano, a los hechos vividos, a su rememoración melancólica; la proyección de experiencias íntimas, más propias que ficticias o ajenas, como es el caso de Algeet; que nos invita, la mayoría de las veces, a navegar sin aspavientos, a dejarte llevar, en el hecho propuesto en el poema. Su vida, y el arte de la metáfora. Muy cercano al camino de la confesión. Tremendamente honesto en su confección y propuesta; digo esto, porque es razonable, además de justo, hacerlo con la perspectiva que nos otorgan los años, un recorrido por la etapa más vulnerable de la vida: la que va desde la infancia, pasando por la adolescencia, hasta llegar a la primera juventud, donde todos sabemos o hemos experimentado, la sorpresa inesperada del ostión en el hocico; amores, desamores, familia, amigos, una suerte de situaciones desarrolladas apegadas a la realidad, supongo que donde más de uno, y una, no le es difícil el reconocerse. Es el paso del tiempo el que otorga el hecho de acuerdo con la jerarquía de la memoria; luego está el bonus track de que todo se desarrolle, puertas afuera del
aleccionamiento. Pero ojo, no nos engañemos ni nos equivóquenos de poética, cuando muchos de sus poemas rezuman un sentido de conciencia, a años luz de lo que pudiese parecer una poesía de tinte sentimental: “tú impídeme volar y verás quién termina volando por los aires”, nos avisa en uno de su poemas. 
LA POÉTICA DEL NARRADOR
Carlos Salem o el nada extraño caso, de un narrador excelente que escribe poesía. Este polifacético autor, que tuve la fortuna de conocer en 2006, y al que, desde entonces, considero parte de mis historia por cercano, clarividente y buena gente. El fue uno de los perpetradores necesarios de las míticas jam’s sessions de poesía en el Bukowski Club de Madrid; aquella escuela canalla y nocturna que, tiempo atrás, propiciaría un oxigenante escupitajo en el mundo de la poesía. Así que contar con él en este espacio también es un privilegio. Anoche tuvimos en POéTIKAS al Salem más “Follamador”, y sin embargo preciso, para hacer de la poesía un ejercicio de ternura punk; como quien trata de encaminar y dirigir al corazón, o el pene. Todo, según se mire. También se trajo al poeta soberbio de “Los Malos”, el que se adentra en la poesía social y pone empeño en ordenar el dolor, el de Cambiar el deseo por bonos del estado: “Nos olvidaron”. Con violencia, o, lo que es lo mismo, con sinceridad se vive y como escribidor profesional de historias, cuenta con el plus de la poética del narrador; esto es: primero, la visón que se tiene del mundo, en el que se vive, a través de la propia mirada, y, segundo, pero no menos importante, la propia conciencia de quien lo escribe; es decir, es imposible poema o relato alguno, sin la percepción real previa del hecho o de los hechos, donde abandonarse a sí mismo; se diría que es imprescindible, para empezar a ser honesto con las caras que ha visto y exacto a las palabras que escuchó, en definitiva a las historias, que no pensabas, pero que, caprichosamente residen en tu interior y no se sabe porqué mecanismo despiertan, para que, cuando menos lo esperas, sean los mismos adentros los que te dicten. La Poesía: “nada grave”, como afirmaba que diría el poeta Ángel González. 
MI CEREBRO/ MI ALMA
Habíamos tenido, por el mes de noviembre, a Juan Nieto, quien nos ofreció además de sus poemas, pequeña piezas, acciones condensadas muy bellas, para separar a algunos de sus poemas. Esa fue la primera vez que POéTiKAS tomó contacto con el arte de acción; pero la propuesta hoy de Yolanda nos ha dejado ojipláticos a todos. La artista acometía su acción, para sorpresa de muchos de los asistentes, desenvolviendo pausadamente un rollo de cinta adhesiva transparente, en él quedaban adheridos los versos escritos una vez declamados, extendiéndose así, como suspendidos en el aire, hasta la finalización de la declamación. Finalizaba el poema, pero no la acción; el poema nuevamente cobraba vida a través del cuerpo de la artista. Tomando a la inversa el recorrido anterior, envolviéndose en el poema; revistiendo su cabeza de los versos en el aire, de donde salieron, a donde regresaron. Creadores que conciben la poesía como un descubrimiento nuevo y efímero; obras como la evolución de la misma acción en el proceso de creación, formas sorprendentes, piezas efectistas para arrancar, porqué no, unas risas o para establecer una llamada de atención ante las múltiples realidades que en determinados momentos nos puedan acompañar. En cualquier caso, para generar una reflexión siempre. El autor o artista, su cuerpo, como modo expresión. En este país esta disciplina está consolidada, la acción poética, el apartado de la perfomance dentro de la poesía goza de buena salud. En la ciudad de Madrid contamos con una destacada autora en esta materia, por eso quisimos traer hasta POéTIKAS a Yolanda Pérez Herreras y dotar a este espacio con una posibilidad nueva de comunicación. La artista nos revelaba su aniversario, la celebración en la 'Bel-Mad Exchange’, treinta años desde que por primera vez Yolanda pisara tierras irlandesas con su arte; Belfast, Dublín, toda la maraña de sensaciones que se acumulaban en su cabeza por este año, de vital importancia para ella. Esta invitación a que os acompañara a POéTIKAS, “justo lo que necesitaba mi cerebro y mi alma”, decía.
Atrás dejamos el mes de febrero, esperanzados en un nuevo marzo a puertas de una primavera que esperamos ancha. Seguimos hilando en este espacio, intentando pulsar la realidad poética de esta ciudad, acertados o no, nuevas propuestas nos esperan, con el convencimiento de que serán de vuestro interés. Os esperamos, seréis bienvenidos como siempre.

Gsús Bonilla

viernes, 21 de febrero de 2014

LOS MALOS

Cuando era niño y quería ser un héroe
todo era muy fácil.
En la tele
los comanches eran los malos
los alemanes eran los malos
y después
los rusos eran los malos.

Una muchacha rubia y sudafricana
me contó bajo la luna añil de un verano patagónico
que los blancos eran los malos
y su piel desnuda brillaba bajo el agua del lago
como un fuego blanco.

Un viejo de donosti me explicó
que los españoles eran los malos.
La hermana de otra chica que
supuestamente
trabajaba en nueva york
limpiando escaleras en las torres gemelas
sabía que los árabes eran los malos
y cuando cae una bomba en gaza
los palestinos no dudan de que los israelíes
son los malos.

Cuando me hice troskista
los estalinistas eran los malos
cuando robaba coches
los policías eran los malos
ahora que publico novelas
los cabrones
que venden millones de ejemplares
son los malos.

Sigo queriendo ser un héroe
pero por favor
que alguien me diga
antes de que sea demasiado tarde
dónde están
quiénes son
y si es que existen
de verdad
los buenos.

De: Carlos Salem, en  Memorias circulares del hombre-peonza (Ya lo dijo Casimiro Parker, 2011)

jueves, 20 de febrero de 2014

CARLOS SALEM

Nació en Buenos Aires, en diciembre de 1959.
Ha dirigido los diarios El Faro y El Telegrama; actualmente colabora con distintos medios de comunicación.
En diciembre de 2008 publicó el libro de poemas Si Dios me pide un Bloody Mary (Ed. Ya lo dijo Casimiro Parker). Se ha publicado en Suiza su libro de poemas Orgía de andar por casa (2009). Con Memorias circulares del hombre-peonza cierra la trilogía Poemas al otro lado de la barra. El Animal es último libro de poemas publicado.


Co-coordinador de la antología poética Bukowski Club 06-08. Jam session de poesía (2008). Ha destacado como novelista con Camino de ida (2007), Matar y guardar la ropa (2008), Pero sigo siendo el rey (2009) y Cracovia sin ti (Premio internacional de novela romántica de Seseña, 2009). Ha publicado los libros de relatos Yo también puedo escribir una jodida historia de amor (2008) y Yo lloré con Terminator 2 (2009).

miércoles, 19 de febrero de 2014

SED… BIENVENIDOS

un día salisteis a organizar la mentira y os quedasteis con la calle,
dijisteis esto sí y esto no como si pudierais decidir qué flores eran bonitas a los ojos de todos,
opinasteis con la mano en la espalda y el cuchillo en la mano bien preparado para todos aquellos que no estaban dispuestos a daros la razón.
hicisteis que en los ojos de la buena gente creciera un álito de decepción ante la muerte natural de la magia
y luego os jactasteis de ello en páginas y páginas de historia a las que cambiasteis los adjetivos.

no esperaréis, ahora que llueve ácido sobre vuestras sonrisas, que vayamos a reíros las gracias pese a todo,
con este odio infundado después de que violaseis siglos de mujeres que se partieron el pecho por parir un niño
que no fuera como vosotros,
no esperaréis que pongamos la otra mejilla como nos enseñasteis porque todavía arrastramos vuestras pesadillas en nuestros cajones de noche,
en esta tarde de vigilia y costumbre vamos a quitar los platos de la mesa
y a comer con las manos
y a mancharos de una puta vez el mantel con nuestra comida, con vuestras sobras.

en el destino de la paredes alguien solo soñó con muros,
con dioses engreídos que no venían a nuestros cuento, que no nos hicieron felices
y sobre todo que no necesitábamos,
traficasteis con nuestros miedos hasta prohibirles el derecho de llorar por las noches,
nos hicisteis tan planos como vuestros espejos
y después nos juzgasteis por nuestras arrugas.

preguntarás ¿qué es esto? y yo puedo contestarte: un campo de tempestades.

porque detrás de cada robo en los ojos de la gente se acumularon lágrimas,
y en cada universidad que entrasteis a quemar libros, en cada calle con fusiles a la puerta,
en cada peldaño de sangre que pusisteis a la historia
hubo un testigo que no va a callarse ninguna de las costillas rotas que le partisteis,
la marca en la frente de vuestros cañones nos dibujo una mirilla en el pensamiento
y ahora os señalamos con la pluma porque su peso es mayor que el de vuestras pistolas,
usamos paletas de colores para dejar en ridículo vuestra triste escala de grises,
bailamos con las trompetas de vuestros desfiles y nos quitamos la ropa para que os avergoncéis de la sombra de vuestros uniformes.

llevo el color de la tierra en los ojos, y es por eso que puedo dudar de las raíces que vendéis como bandera.
hablo, con el descaro que me da haber aprendido mirando rostros de alfombra en los vagones del metro,
la libertad de llorar a la hora que se precie me da que pensar que solo lloraréis el día en que todo esté perdido.

detrás de cada folio lleno de leyes hay un ejercito de dedos inquietos deseando llevaros la contraria,
hay un millón de resacas que olvidasteis cuando os pusisteis a especular con las mareas,
hay todo lo que pensasteis que jamás ocurriría.

en el despertar del niño solo se oirán nuestras palmas,
en el final de la noche serán nuestros gemidos lo que quede.

espero que os hayáis preparado para el olvido, porque él se ha puesto de gala
con nuestras mejores tumbas, chaqué y corbata
para recibiros.

lunes, 17 de febrero de 2014

ESCANDAR ALGEET

Escandar Algeet nació en Palencia en el 84.

 Y allí creció, en todos los sentidos, protegido por 6 mujeres que le enseñaron que el amor es eso que está por encima de todas las cosas.
 Luego se largó a estudiar cine a una escuela de Ponferrada que ya no existe, y terminó en Madrid donde, intentando hacer pelis, se a-lió con la poesía, y empezó a escrivivir.
 Edita la imprevisible revista Pro-Vocación, alterna la barra con rodajes, y aunque sigue perdido siempre termina por encontrarse gracias a gente a la que él llama amigos, sin permiso, con perdón.
 Alas de mar y prosa (2009, Ya lo dijo Casimiro Parker) fue su primer libro, con el que nunca ha parado de volar mucho más alto de lo que pudo soñar en cualquier momento.
 En el 2013 publicó "Un invierno sin sol".  Que más que un libro, es una herida abierta y mil cicatrices sin cierre.

domingo, 16 de febrero de 2014

A pares...

A pares no encontrarás, por el camino,
taburetes, sillas, sofás, camas,
sino direcciones desconocidas
que habitarás a golpes o a caricias.
Que así sea el columpio.

No pertenecemos,
aceptamos ciertos grilletes
- al menos tres: familia, ego, verdades a medias -
porque crecer, para crecer,
hay que engancharse fijamente
para tomar impulso,
auparse y seguir escalando.
Cuando se cree haber llegado a la cima,
nos damos cuenta de que es un paisaje más,
a otra altura.

De: Yolanda Pérez Herreras, en ECUACIONES DE SEGUNDO GRADO (Ed. EL TORPE AL TIMÓN. 2012)

sábado, 15 de febrero de 2014

YOLANDA PÉREZ HERRERAS

Yolanda Pérez Herreras (Madrid, 1964).  Poeta.
Villamuriel de Campos, Dublín y Madrid son sus lugares de constante intemporalidad.
En el año 2007, la Galería Centro de Arte Moderno mostró 25 años de su poesía desarrollada en los ámbitos de la literatura y las artes visuales – vida pública desde 1991 como poeta discursiva, desde 1995 como poeta visual, desde 1994 como artista de acción. Gestiona, coordina y participa en lecturas poéticas, presentaciones, coloquios, conferencias, festivales, e imparte talleres de poesía visual y arte de acción.
Editora de “experimenta... ” revista de creación poética experimental, desde 1998.

Coordinadora de los Encuentros Internacionales de Arte de Acción y Performance Acción!MAD.

domingo, 9 de febrero de 2014

SESIÓN IX/ Febrero 2014

Ciclo de poesía contemporánea en Vallecas: POéTIKAS en La esquina del Zorro. 
20:00H. 
Sesión IX/ 07:02:2014.
Con: Aurora Pintado, Layla Martínez y Luis Miguel Rabanal

Miedo amor corazón: dadme lenguaje 
Pasamos el mes de enero al calor de las poetas Inma Luna, María Sotomayor y Mª Ángeles Maeso y los poetas Ángel Petisme, Iván Rafael y Jesús Malia, que vinieron a este Vallecas nuestro, para compartir con los vecinos la propia experiencia vital en el ejercicio de su escritura, sus respectivas propuestas poéticas. Un mes de enero trágico para la poesía. A las recientes pérdidas de Juan Gelman y José Emilio Pacheco se ha unido la también lamentable de Félix Grande. Entonces decidir alejarnos de la realidad, para poder decir hoy que el poeta no ha muerto, y en la sabiduría del poema celebrar el verso, y en la celebración del hombre representar el dilema del ser humano y la verdad, el misterio de la muerte, de la oralidad y la escritura. El cometido del poeta es custodiar el poder personificado en el lenguaje. Resucitar la necesidad de una poesía más actual y cercana a los tiempos en los que vivimos. Como la herencia que nos han dejado estos tres hermanos Gigantes. Así pues en la disciplina de la expresión esperamos expectantes un nuevo tiempo de palabra y compromiso. Qué haremos entonces con la poesía cuando la Guardia Civil lanza pelotas de gomas o arroja botes de gases lacrimógenos o dispara balas de “fogueo” a un grupo de personas exhaustas que intenta alcanzar a nado una costa española si acaso para que el hambre sea otro hambre, qué haremos en el poema. Qué haremos con la poesía, cuando el salvavidas es la vergüenza y la crueldad, el odio y la sinrazón. Qué haremos en el poema.
En La esquina del zorro hemos convenido un espacio para la palabra y propusimos para este mes de febrero una asociación de voces desemejantes y cautivadoras en la universalidad del poema. En la IX Jornada nos visitó la poesía de Aurora Pintado, Layla Martínez y Luis Miguel Rabanal. El público nos volvió a premiar con su presencia; asiduos y caras nuevas entre los asistentes, bienvenidos todos. Dimos comienzo con “Quiero escribir los versos más tristes esta noche”, del poema “Espiral”, de Felix Grande, a modo de homenaje, como hicimos semanas atrás con el poeta Juan Gelman, también fallecido en una semana que coincidió con una jornada de POéTIKAS. Tratamos, en nuestra pequeña estructura, por el mero hecho del experimento, sumergirnos en la angustia del poeta en su quehacer, que el poema del poeta con el que iniciamos una nueva jornada, aborde el ejercicio poético como lenguaje y palabra, y sea la misma palabra, el vocablo, el término, como un recurso más dentro del poema; es decir, el poema ha de contener necesariamente estas palabras. En esta obviedad no es fácil a veces encontrar el poema adecuado. Hasta ahora han dado inicio una nueva jornada de POéTIKAS Gloria Fuertes, Blas de Otero, Bertolt Brecht, Edgar Lee Masters, Fernando Pessoa y los recientemente desaparecidos Juan Gelman y Felix Grande.
OTRO ESPACIO, OTRA DIMENSIÓN 
Acostumbro a situarme en primera fila, lo que me permite hacer alguna que otra fotografía a los invitados, tomar apuntes que luego trasladaré a un cuaderno de notas, y desde allí doy la bienvenida cada jornada e inicio el encuentro. Hoy, por otras circunstancias, mi emplazamiento en POéTIKAS ha sido otro, me he sentado junto a las invitadas, y desde esta nueva perspectiva he tenido otra percepción de lo que ha venido siendo el encuentro estos últimos meses. Desde aquí he visto a algunos habituales del encuentro como Pedro José Morillas y su compañera Isel, José Alegre, Susana, o la más veterana de todos, la poeta Roxanna Popelka que desde que participó en la primera sesión desde entonces ha asistido a todas las demás, y eso que se tiene que desplazar en coche bastantes kilómetros para llegar hasta aquí, al igual que la gente de Sanse con el colega Ángel a la cabeza; los colegas de “La esquina...” , vecinos del barrio, qué incluso, cuando aparecen, lo hacen con su ropa de trabajo recién terminada la jornada; y el gustazo de dar la bienvenida a gente nueva como hoy a los colegas Naveiras y Eva, de La Vida Rima. En esta nueva peculiaridad para mí observo a los asistentes, y me entusiasmo de nuevo con este ciclo, se me aclaran algunos interrogantes. Contemplo el silencio y la atención de la gente, me hace entender que no están aquí para ver un espectáculo, que vienen a
escuchar poesía. Y en ese respeto, nos alejamos de los pasatiempos. El oído ante el aplauso fácil.
En esta nueva circunstancia, en otro embobamiento, no he prestado el interés que debiera a quienes teníamos de invitadas a la novena jornada de POéTIKAS, de manera que los apuntes han sido menos extensos que otras veces. Daba inicio en esta noche de viernes la poeta Aurora Pintado. Se puede decir que se prodiga poco, o al menos tengo yo esa sensación, así que cuando lo hace, ya sea dónde sea, si en el papel o en un recital, hay que prestarle una atención nueva. Siempre es un placer, tanto el escucharla como leerla.“Ficciones de carretera” es el libro que tiene publicado, desde que lo hiciese en 2008, no se le conoce otro, aunque desde entonces hasta hoy sí que ha sido incluida en unas cuantas antologías. Su poesía tiene el don de emplazarnos a espacios reconocibles por todos, si embargo no deja de ser sorprendente como ese lugar deja de resultarnos amable. Conoce de primera mano el mercadeo de la publicidad. Sabe de la sociedad de consumo, y sobre ella desata su ira, su escritura. En Aurora siempre ahí algo nuevo, original. Vocabulario, lenguaje. Recuerdo un poema de amor/desamor que transciende en el equipamiento de un automóvil, donde parabrisas, retrovisores, asientos tapizados, salpicadero, ejercen de vocabulario para el corazón. Creativa, también narradora, Aurora no deja de investigar en nuevos matices artísticos, como el arte de la caligrafía, es decir escribir con letra artística y correctamente formada; versos, poemas, de poetas amigos y clásicos conforman esta faceta, adquiriendo sobre el papel nuevos significados visuales.
Tenía a mi derecha a Layla Martínez; sus poemas tienen la capacidad transportarnos a otro espacio, a otra dimensión, a otro tiempo, pareciese que el poema va un poco más allá del creador. Pasa en su primer y único libro publicado hasta ahora, “El libro de la crueldad” (LVR Ed. 2012) donde quiebra límites y prototipos en la poesía actual; poemas en prosa se diluyen entre falsas biografías y junto con otros poemas en verso se establece como uno de los libros más originales escrito por autor joven en estos últimos años. Una pena que anoche este libro pasara casi que de puntillas por entre nosotros; por el contrario, Layla nos premiaba con una lectura ancha de sus poemas inéditos, que siguen manteniendo la tensión de cuando uno se sumerge en otros, esta vez con los matices de lo existente, y hablar de lo que nace de dentro de uno. Sus poemas nos retrotraían a principios del siglo XX, a modo de homenaje discurrían personajes tan distintos como asimétricos, y sin embargo parecidos; transcurrirían personajes -que vagamente recuerdo mientras pongo en orden este diario- como el escritor y revolucionario Borís Sávinkov, o el dramaturgo sueco Johan August Strindberg, del que nos contaba su fobia a la electricidad. También nos contaba la historia del misionero y obispo que fue a cristianizar nuevos mundos y al que se merendaron los cristianizables, de ahí su “Manifiesto de los insomnes”, que nos leyó para terminar su intervención.

EL ENALTECIMIENTO DE LA MEMORIA

Había expectación con la presencia de Luis Miguel Rabanal en Madrid y no era para menos, pues Luis tiene un buen manojo de seguidores que leen su poesía; sí que es verdad, y otra cosa distinta es que compren sus libros. Supongo que el hecho mercantil le preocupe algo más que al autor a cualquier chavea con arte que monte una editorial para la difusión de la poesía, interesándose antes que por la obra del autor por un determinado clan simpatizante. Pero esa harina es de otro saco, hoy. Afortunadamente tuvimos sus libros en La esquina del zorro, concretamente dos, de más de la veintena que entre poesía y narrativa tiene publicados. 

Para el que no lo sepa, a algunos nos gusta sacar de paseo a la poesía de Luis, ponerle voz, en las lecturas colectivas, en los recitales; si acaso con la intención de reivindicar a uno de los poetas más admirables en esto de ir empujando letras de precipicio en precipicio; si él no puede, su poesía presente. En otros circuitos, como por ejemplo el “El viernes de dolores”, que viene liando desde hace unos cuantos años el multidisciplinar Felipe Zapico. Y poetas tan dispares entre sí, por citar a algunos, como el asturiano David González o los leoneses Vicente Muñoz Álvarez (quien hace unos años le organizó un emocionante homenaje), Juan Carlos Mestre o el mismo Antonio Gamoneda, coinciden en el compromiso humano; en la excelencia del ejercicio poético de Luis Miguel Rabanal; así también lo comentaba el traductor y poeta Juan Manuel Macías, cuando presentábamos en noviembre “A la que falta”, en La Marabunta . Por ello, y por que nos venimos tratando unos cuantos años ya, cuando empecé allá por julio del año pasado, a estructurar POéTIKAS, tenía claro que su poesía debía de alguna manera estar presente en este ciclo de poesía contemporánea. Para ello le pedí a Luis, como es costumbre, su consentimiento. Elegida la jornada para su participación, y con la responsabilidad y el pudor que supone leer públicamente la obra de otro autor ejercí, además de Cicerone, de rapsoda para la ocasión. En esa dificultad solventé la lectura titubeante, ante el compromiso. 

Escogí, de la extensa obra de Rabanal, poemas de sus libros “Música para torpes” (2012) y “Mortajas”(2009), y una de las prosas que aparecen en “Casi cuentos para acariciar a un niño que bosteza”(2010). La obra de Luís se podría ubicar como el enaltecimiento a la memoria, si acaso para darle sentido a la vida. El dolor de la pérdida, el dolor interno; el dolor externo, el físico. La soledad. Todo ello está bien presente en sus libros. Así, con estos mimbres, quise expresar a los asistentes que estamos ante uno de los tipos más irónicos que conozco, llevando a su experiencia vital a un terreno que a otros, si se diera el caso, en su misma circunstancia, tendríamos muchas dificultades para encaminar. Entonces creí conveniente arrancar su participación, esta noche aquí, con un parrafín de aquella nota del 99  “Hacía una bibliografía casi definitiva de este hombre”, que rulaba por la web tiempo atrás: Desde finales de 1997, debido a la tetraplejia producida por un derrumbe doméstico o por un accidente de surf, ya no se acuerda, es usuario de una bonita silla de ruedas Breezy. Así y todo, y con dolores, continúa escribiendo, (si hasta el célebre programa de voz con que está dictando texto se pregunta cómo lo consigue). Se conoce que hace poco que dejó de fumar y que es bastante cabezota... tercos también, quienes te apreciamos amigo. 


En apenas quince días la poeta y performance Yolanda Pérez Herreras,  y los poetas Escandar Algeet y Carlos Salem, vendrán hasta el barrio para hacernos un nuevo POéTIKAS, en su X Jornada. Si es de vuestro agrado y queréis pasaros por aquí seréis bienvenidos, como siempre.

LA CONDICIÓN

cada cosa que decimos se convertirá en objeto
se nos caerá de las manos
estallará en mil pedazos contra el suelo
se irá como el niño que se suelta de la mano
para cruzar la carretera solo

todo lo que amamos se conjugará en pretérito
el hilo de los pensamientos se escurrirá del ojo
y olvidará su aguja oxidada
después de cosernos los labios
dejándonos las verdades a medias

todo lo que somos dejará un hueco en esta habitación
que se llenará de cadáveres de minutos
mientras recogemos los trozos de la razón
que ayer nos trajo al desierto
para que ahora nos devoren los buitres

Aurora Pintado

De lo que le dije a Vsévolod Garshín cuando supe que iba a morir

"Sé que voy a morir antes
del próximo invierno"

Isla Correyero

Siéntate a mi lado
y cógeme de la mano, Vsévolod.
Nosotros los abandonados
sabemos la fecha exacta de nuestra muerte.
Yo, por ejemplo,
sé que vas a morir
antes del próximo invierno
y que serás enterrado
en el mismo cementerio
que la muchacha sorda
que se alimentó de polillas
durante seis veranos
y que el novio pálido
que se había negado a escuchar
a los adoctrinadores
enviados por el Estado.

Sé que vas a morir, Vsévolod,
pero antes de eso
conocerás las flores de la locura
y escribirás el mismo cuento
durante ciento cincuenta y dos años.
Después serás encarcelado
por las autoridades encargadas
de la extensión de la melancolía,
que es dañina como el triste oficio
de los envenenadores.
Y mucho antes de eso
-o mucho después, no lo recuerdo-
te sentarás junto a mí
en el borde de la cama
y me cogerás de la mano.

Yo cerraré los ojos
y te hablaré de tu muerte.

A ANNA AJMÁTOVA LE DUELE EL (DEDO) CORAZÓN

Llegué a visitar al poeta
exactamente al mediodía, un domingo.
A. A.


Advierte el maestro que el amor
no inhabilita las huellas que ha dejado otro amor
en el camino sin follaje del bosque de N.
Hubo aquí niñas que reían.

Y sin que nadie lo subsane, la pasión satura
la raíz que abraza y retrocede a medida
que ignoramos quién nos ha besado, quién
nos traiciona al despertar.
Hubo aquí niñas que fantaseaban
con podredumbre y diademas.

Al hijo que cada día extraño más
se le han secado las palabras.
El que todo lo ve con sus disfraces turbios
se cansa de abrir y cerrar las ventanas de la casa,
hubo aquí un orden y estorninos.

Y ese amor, la planta trepadora que apaga
los ojos del peñasco, nos invade
como el sueño del idiota, nos urge a construir
entre dos cuerpos una ciudadela excelente
provista de arroyos y patrones.
Hubo aquí niñas que lloraban.

Hacia ninguna parte, es nuestra razón.

De: Luis Miguel Rabanal, en "Tres inhalaciones" (Amargord Ed. Madrid 2014)

miércoles, 5 de febrero de 2014

Luis Miguel Rabanal

Nacido en Riello (León) en 1957. Desde 1989 reside en Avilés.
Poesía publicada
Variaciones (Total S. E. ú O.), Imprenta Casado, León 1977
Obdulia azul, A.H.E., Colección La otra palabra, Mataró 1980
Labios de la locura, Jueves literarios, Avilés 1983; Premio Ana de Valle. Hay una 2ª edición no autorizada de 1985 
Cuaderno de junio, Provincia, León 1984
Rená, a solas con nosotros, Celarayn, León 1984. Dibujos de Víctor Bastida.
(Técnicas) para abrazar un oscuro nombre, Aldebarán, Sevilla 1985; Premio José Luis Núñez.
Palabras para Obdulia, Provincia, León 1985
La memoria buscando sus disfraces, Barrio de Maravillas, Valladolid 1986
O podríamos amarnos sin que nadie se entere, Leonor, Soria 1989; Premio Leonor.
Libro de citas, Cuadernos Cálamo, Gijón 1993; Premio Cálamo de Poesía erótica.
Cáncer de invierno, Provincia, León 1998; Premio Provincia.
La última vez, Ajimez Libros, Gijón 2000. Con litografías de Francisco Velasco.
La casa vieja, en la Biblioteca digital de Portal de poesía, Gijón 2002. Al cuidado de Francisco Álvarez Velasco.
Bocados de rosa, en la Biblioteca digital de Portal de poesía, Gijón 2004. Al cuidado de Francisco Álvarez Velasco.
Camineros, jícaras, verdugos, Mikado libroblogs,  Colección Traviesas de poesía, León 2008. Portada y prólogo de Óscar Solsona. Al cuidado de Eloísa Otero.
Mortajas, Eolas Ediciones, Colección Seinne, León 2009. Dibujos de Amancio González. Prólogo de Tomás Sánchez Santiago.
Fantasía del cuerpo postrado. Los libros de Camparredonda (serie roja), León 2010. Dibujos de Juan Carlos Mestre. Prólogo de Gregorio Fernández Castañón.
Lugares, Ediciones Hontanar/Poesía, Ponferrada 2011
Música para torpes, Baile del Sol Ediciones, Colección Poesía, Tenerife 2012
A la que falta, Editorial Origami, Colección La casa del pintor, Jerez de la Frontera 2013. Prólogo de Ana Martín Puigpelat. Epílogo de Javier Gil Martín.
En marzo Tres inhalaciones, Amargord Ediciones, Col. Helado de mamey, Madrid 2014


Otras publicaciones del autor
Narrativa:

Elogio del proxeneta. Ediciones Escalera. Colección Trayectos, Madrid 2009
Casicuentos para acariciar a un niño que bosteza. Ediciones Leteo. Colección Relojero de Banaguás, León 2010. Epílogo de Alberto R. Torices.


Traducción con MJ Romero:

Miquel Martí i Pol, Lo dejo todo. Antología bilingüe, Ajimez libros, Gijón 2001. Con ilustraciones de José Noriega.


Antologías y similares:

Antología de Poetas Españoles e Hispanoamericanos, Lofornis, Barcelona 1981
Antología Gemma I, C.L.A y El Paisaje, Bilbao 1981
Antología del Club Internacional de Escritores, Madrid 1981
Todos de Etiqueta, Tomás Salvador González antólogo, Barrio de Maravillas, Valladolid 1986
Diez poemas para leer (y amar) detrás de los saúcos, en el libro colectivo “Poemas de Zaragoza 1990”, Premio Ciudad de Zaragoza, Ayuntamiento, Zaragoza 1990
Premio Leonor de poesía. Antología. 25 aniversario (1981-2006), Diputación de Soria 2007. Edición de Santos Sanz Villanueva.
Narrando Contracorriente. Al otro lado del espejo, Ediciones Escalera, Col. Trayectos. Madrid 2011. Al cuidado de Gsús Bonilla.
Asturcones. Treinta y un poetas de Asturias. Canalla Ediciones, Madrid 2012. Al cuidado de David González.


Libros ‘raros’:


Con trastes, libro de artista de Pere Salinas sobre varios de mis poemas. Barcelona 2011

martes, 4 de febrero de 2014

Layla Martínez

Layla Martínez (Madrid, 1987) es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid y graduada en Sexología por la Universidad de Alcalá de Henares (Instituto de Ciencias Sexológicas INCISEX). En su primer poemario, El libro de la crueldad (LVR Ediciones, 2012), mezcla poemas en prosa con falsas biografías y poemas en verso. Ha realizado labores de edición, corrección y traducción para distintos fanzines y publicaciones alternativas y ha prologado distintos libros, entre ellos Estoy gritando (María Sotomayor, Canalla Ediciones, 2013) y Animales de Vidrio (Almudena Vega, Fundación Málaga, 2014). Algunos de sus textos y poemas han sido publicados en diferentes antologías, como Sangrantes (Origami, 2013), Negra Flama (CNT-Jaén, 2013) y Tus ramas/mis huesos (edición digital, 2013). Además, sus artículos sobre las interrelaciones entre el control social y las distintas manifestaciones de la sexualidad han aparecido en revistas como Estudios (2012 y 2013). 
En el ámbito laboral, trabaja como redactora para distintas webs y revistas on line y desde enero es redactora jefe de la revista El Cotidiano. Además, colabora habitualmente con Culturamas, donde publica reseñas de libros relacionados con el análisis político. También realiza crítica literaria para el periódico Diagonal. 

lunes, 3 de febrero de 2014

Aurora Pintado

Es Extremeña. Concretamente, de Miajadas, Cáceres. Allí contrajo la enfermedad de la lectura, considerada incurable por todos los facultativos a los que ha consultado. Entre otras cosas, esta dolencia le ha provocado la extraña conducta de escribir de vez en cuando, principalmente poemas que ha ido compilando de aquella manera, tratando de buscar algo de coherencia, como primer paso para darle sentido al mundo. Ha publicado el poemario Ficciones de carreteras (Vitruvio 2008) y ha sido incluida en diversas antologías (Madrid Capital, Siete Samuráis, Erato…). Actualmente, compagina la poesía con la caligrafía y con hacer anuncios para la tele. Lamentablemente, solo esto último le da de comer. 

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