sábado, 21 de diciembre de 2013

SESIÓN VI/20:12:2013


Ciclo de poesía contemporánea en Vallecas: POéTIKAS en La esquina del Zorro. 
20:00H
Sesión VI / 20:12:2013
Con: Ana Pérez Cañamares, Claudia Benlloch y Toño Benavides.

Ya es el año quien nos deja, se acaba, y como en los últimos estertores del envenenado sigue convulsionándose. Desahuciado, como un barrio pobre, donde la gente se muere en sus propias casas, por la caridad de otros, intoxicada. Nos abandona un 2013 vil de un país administrado por miserables, por hombres oscuros y ruines, que han diseñado el más perverso mecanismo de destrucción para sus conciudadanos; como un metódico plan de buenos y malos para acabar con la sociabilidad de sus gentes, fracturando la coexistencia, donde se premia al poderoso y se extermina al débil, al desobediente. Mujeres y niños, ancianos o cualquier otro con un síntoma de debilidad, son devorados por esta trituradora de esperanzas.

Recordémosles que son servidores públicos que deberían estar más inmersos en el bienestar de una ciudad, un pueblo, un barrio. Que empiecen por ser ejemplo de justicia y de cordura, que no se puede seguir soportando como una anécdota estadísticas, como las que llevamos soportando aquí, en este vecindario; que según datos (a primeros de año) de Cáritas, superan el 50% de desempleo juvenil, y tasas de fracaso escolar por encima del 23% frente al 11% del resto de la ciudad. Que no se siga dejando todo el peso del desastre en la espalda del ciudadano, de los que menos recursos tienen (en el barrio, para suplir las carencias de los servicios públicos y dentro del ámbito social, y como ejemplo de esta dejadez, la soporta la Iglesia de San Carlos Borromeo, en la Avenida de Entrevías, donde es el propio vecindario quien contribuye a la acción social, son los vecinos quienes median para superar las dificultades derivadas de la crisis.) La teoría dice que tenemos un gobierno, también posiblemente una de las mayores preocupaciones debería ser la educación, pero igualmente poco se hace al respecto. Mientras, en el año del hambre, se celebran estupendas cenas de empresa.

ENTORNO A LA PALABRA SE CONGREGAN LOS VECINOS

Nos quedará custodiar la fragilidad, como quien ampara la luz. Nuestro pequeño cofre es un tesoro infantil, algo para defender... también con uñas y dientes. Frente a un árbol, junto a unos contenedores de basura, se ubica el espacio donde se salvaguarda la poesía, hasta a él se han acercado hoy tres guerreros. Nos visitaron el poeta Toño Benavides y las poetas Ana Pérez Cañamares y la joven Claudia Benlloch, para la sexta sesión de POéTIKAS, la que cierra el mes de diciembre, también la que hará el punto y seguido para un año continuador. Iniciaríamos esta nueva jornada con Fernando Pessoa: y el “El guardador de rebaños”...sentir la vida correr por mí como un río por su cauce y ahí fuera un gran silencio, como el de un dios que duerme.

Se sigue dando en la librería La esquina del zorro el milagro de la amistad, el abrazo de la comunicación y el diálogo, la resistencia; entorno a la palabra se congregaban los vecinos, junto al fuego hablábamos del otro, del limítrofe y colindante y nos pensamos en el interior del compañero; la poesía emergería en aquellas otras ideas, en aquellas otras experiencias. Sucedió en la lectura y en el breve diálogo que los asistentes establecen con los autores, después de la lectura. Pero eso no es todo, la generosidad, la camaradería entre los propios autores, llegó a su cúspide cuando en el rito originario de POéTIKAS, el del intercambio de poemas ajenos y el experimento de la voz del otro, se decidía leer, y se leería, en tres voces distintas, el soberbio y vital poema de Ana Pérez Cañamares “Capitalismo”, que por sorpresa previamente se había pedido que nos leyese, pero que no traía preparado ni impreso su autora; más sorprendente aún, es que el poeta Toño Benavides lo guardaba impreso en una de sus carpetas, como quien guarda un pequeño tesoro. No hace mucho tiempo versos de este poema señalaría a los culpables de tanta decrepitud, en el congreso de los diputados 

NO PROMETE, ESTÁ.

Hemos sido afortunados, tuvimos el privilegio de tiritar junto, y con,  Ana Pérez Cañamares; posiblemente decir que estamos ante una de las autoras más importantes hoy, en este país, no es descabellado, tampoco desacertado. No hace mucho escuchábamos de la voz del premio nacional de poesía Juan Carlos Mestre decir que <<La poética de Ana busca, encuentra y funda un lugar, el lugar donde a un otro todavía le sea posible decir existo...>> o en la misma presentación, en la que también Mestre leía una carta de Sabina de la Cruz, viuda del poeta Blas de Otero, dedicada a Ana, por el premio Blas de Otero del Ayto. de Bilbao de poesía, en la edición de 2012: <<No se puede decir: “Esta voz promete mucho”. Ana Pérez Cañamares no promete, está.>> Por tanto, todo lo que yo pueda decir sería redundar en un hecho, tan obvio como los escalofríos que íbamos percibiendo según avanzaba la felicitadísima lectura de la Caña a mares, esta noche. Nos vertió buena parte del premiado “La sumas y los restos”, su última publicación, con su habitual manera de expresarse, de transmitir. El por qué y el para qué. Desde dónde, hasta dónde. La utilidad de la poesía. Fue en el tercer poema que se rompió la timidez de los asistentes -bastantes, por cierto-festejando uno tras otro sus poemas, como la celebración de lo justo. Como una gratificación por el acontecimiento, en su segunda intervención, Ana nos ofrecería parte de lo escrito y no publicado, el trabajo de poesía en su proceso más artesano; volvería a llegarnos su presencia,  a través de los poemas del inédito “Economía de guerra”, una piedra dura y preciosa, recién pulida, necesaria para hacer frente a tanta hostilidad.

LA ALTERNANCIA DE LOS SUCESOS

Claudia Benlloch defiende una poesía de lo diario e intimista, como un cuaderno en el que se recogen pensamientos día a día; una poesía de la conmoción y la dificultad, que a menudo convoca a jóvenes autores a no asumir un tema concreto, si no que será un determinado estado de ánimo quien acontezca sobre el papel, así la alternancia de los sucesos, de los bienes y males y de lo propio. Pero no solo sus textos tienen la cualidad de lo íntimo, también la conciencia,  la preocupación por el mundo que nos rodea, así pues, motivo para que la pesadumbre se esparza entre las cuadriculas de su cuaderno. Claudia no tiene ningún libro publicado, pero escribe mecanicamente, con la necesidad imperiosa de comunicarse y se encuaderna sus propios poemas en edición artesanal, por cierto maravillosa. Su presencia y participación en La esquina del zorro, esta noche de viernes, ha sido como en la inflexión de un gráfico; la joven autora daba otro sentido al encuentro, cambiaba de registro o nos ofrecía una nueva temática. Poemas extensos los suyos, henchidos de imágenes, entre lo indefinido y lo simbólico; la pedagogía de lo abstracto, así es como nos lo definía ella, a continuación nos propuso el poema como un arrebatador viaje: “Al Alba”. Audaz y atrevida, estuvo brava. De hecho la conocí hace más bien poco tiempo, en la universidad, en un recital en defensa de la educación pública, “batiéndose el cobre” con poetas experimentados. Suficiente como para captar mi atención; su desenvoltura y la conexión con sus poemas decidió el invitarla a acompañarnos a una de las sesiones de POéTIKAS. Le tocaba en el mes de diciembre y hoy nos ha conmocionado su poesía.
UNA POESÍA RELATIVA A LO VISUAL

De Benavides nunca está de más decir que es uno de los mejores ilustradores de este país, es más, habría que incidir en ello; recalcarlo, pues para el entendimiento del imaginario de su poesía, buena parte reside en su universo estético como dibujante, en el que todo es lo que aparentemente parece ser. Desde esta premisa se puede abordar una poesía relativa a lo visual, donde la imagen predomina en un lugar privilegiado en el poema, trasladando a sus textos un universo tecnológico y de atmósfera gris, donde sitúa a una más que sociedad degrada. Así son, así es “Los chicos del vertedero”, el del inquietante Arthur Rimbaud como portada (de su autoría), uno de los mejores libros que pude leer a lo largo del año 2012, donde se da buena cuenta de su imaginario; aunque bien es verdad que Toño Benavides tiene muchísimos más recursos para el ejercicio poético, la noche vallecana del viernes, en sus dos intervenciones así lo demostraba, donde si ahora mal no recuerdo, toda su lectura se fundamentó en material inédito o que ha ido publicando en su cuaderno de bitácora: “Metro Blood”, durante este último tiempo. Huyendo del panfleto como dogma el autor apuesta, como reflejaría el texto “Las Mareas”, por una poesía de necesidad social, a su juicio imprescindible hoy: Duermo en la calle con aquellos que ahora son mis hermanos,del poema “Duermo en la calle”, donde se constata la inquietud en aquello de cómo no escribir sobre lo que tienes delante. Gustó mucho, su presencia impone bastante; la oralidad con la que expone sus textos cargan un plus a sus poemas: poesía no solo para el recogimiento y la lectura, sino que además agrada escucharla de su voz; una ecuación que no siempre se da en nuestros contemporáneos.

En este país de la impunidad, todavía queda la complicidad de la palabra. Pronto daremos la bienvenida a un hijo nuevo para todos. Dónde estará entonces la poesía. Nosotros, de cualquier manera, esperamos acercarla hasta aquí, como hasta ahora hemos hecho. Tenemos ya preparada la segunda etapa de este ciclo para este año venidero, nuevas voces, nuevas propuestas. Bienvenidos pues.

Gsús Bonilla

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