Ciclo de poesía contemporánea en Vallecas: POéTIKAS en La esquina del Zorro.
Sesión XV/ 09:05:2014.
20:00H.
20:00H.
Con: Sonia Fides, Rosana Acquaroni e Hipólito García Fernández (Bolo).
Recoger el testimonio de un tiempo maldito, como una declaración firmada del reo. Todos los delitos pueden ser resumidos en uno. Se escribe poesía nada más amanecer. Transcurre la mañana y en tu papel solo ha brotado una mujer desnuda, también un montón de niños jugando en el patio del recreo: llámalo cárcel, jaula o botella de cristal. Del golpe, siguen alrededor de la cabeza, estrellas y más pájaros; onomatopeyas de viejas historietas, la infancia a bocajarro, el olor a pólvora del primer amor, la atmósfera fría de las iglesias y un señor apalizado con los brazos en cruz. Escribes todo esto mientras el jefe de los gatos nos pasea por el huerto como un poema, colgamos de su mandíbula y bailamos extrañamente, como un títere flácido de paja seca. Los árboles frutales no salen de su asombro: manzanas, higos, ciruelas; recuerdan a una familia rara, enraizada en la ingle de quien les dio la vida; acuérdate de aquellos que abandonaron el nido por primavera, qué habrá sido de todos ellos. Tomas notas, no dejas de pensar en las abejas, que también han desaparecido. Hay flores extrañas en el jardín, pero no hay pájaros, e insistes que tampoco abejas. Todo es una gran mierda, quizá por ello el poeta ha mutado a mosca. Pensar en escribir una línea más, un solo verso, mejor hacer el amor con los renglones. Encontré tu cadáver poesía, en la comisaría del barrio y allí sigue, de cuerpo presente.
(c)Federico Romero |
Ha llegado el mes de mayo y nos reconocemos nuevamente en otra sesión de POéTIKAS. Quince jornadas para la poesía en este espacio, resistiendo a los fríos del mismo modo que a los rigores del sol. Hoy estuvimos excepcionalmente acompañados. Muy contentos por un local acerado de barrio, que resiste la crisis a golpe de ingenio, la librería La esquina del zorro, en un viernes colmada de gente que venía a presenciar la ceremonia de la poesía, ese rito de la palabra que nos vincula y enlaza, y, que a la vez, nos desconecta y aísla; como una liturgia que cada una/o la vive o experimenta dentro de su característica. Esta vez el atractivo del verso lo traían consigo las poetas Sonia Fides, Rosana Acquaroni y el insólito Bolo, para sazonar, palabra tras palabra, la sesión número XV de este ciclo de poesía contemporánea en el barrio de Vallecas, vinculado ya a esta época catástrofe y singular que nos acompaña. De extrañeza y realidad también la poesía, a veces; como pueda parecer la poesía del poeta Ángel González, igualmente marcado por su tiempo. Con él, con sus “Glosas para Heráclito", dimos comienzo hoy: (4) Nada es lo mismo, nada permanece. Menos la Historia y la morcilla de mi tierra: se hacen las dos con sangre, se repiten.
ESE MONTÓN DE DUDAS LLAMADO ‘BOLO’
(c)Federico Romero |
“Lo prometido es duda” ó “No te entiendo casi todo”: La creación de este original escribidor —pues llamarse poeta, para él, es como un transito: «Ya se te pasará», suele responder cuando alguien le afirma tal aseveración— nace de la necesidad de contar, de contarse, de contarnos; Hipólito García Fernández (Bolo), activista cultural, gestor y divulgador de la poesía en esta ciudad de Madrid, trabaja lo breve porque se cansa, dice, y dibuja monogramas en la hoja timbrada de la poesía; ejerce el texto mínimo e instruido y ama la ocurrencia tanto como el aforismo; el todo reducido, lo chico y lo pequeño, que es en definitiva lo que engloban sus réflex(i)ones, muchas de ellas de enorme calado; de la misma manera que se vierte en los títulos de sus libros publicados, como por ejemplo: “Ese montón de dudas llamado chatarra” o “Rojo bastante”, como muestra de algunos de los más representativos; todos ellos cargados de píldoras con mucha ironía y, sobretodo, con un enorme sentido del humor: La verdad a partir de tres personas cambia. Teníamos en POéTIKAS ganas de traer a alguien como Bolo, que se expresara, dentro del ejercicio poético, con esa habilidad y cierta precisión y que puede definir la velocidad de ejecución en una pieza poética breve, al margen de métricas y retóricas; como algo que toma una nueva luz o un nuevo color en las propias palabras.
HINCAD EL CORAZÓN, ASOMAOS A LA VIDA
(c)Federico Romero |
Celebraba Rosana el encuentro entre personas; festejaba POéTIKAS y expresaba la necesidad de espacios como éste, nuestro, ya de todas y de todos. Para conmemorarlo nos traía el ahora, “La discordia de los dóciles (Olifante, 2011)”, poesía cargada de tiempo presente. El último libro publicado que conocemos de ella. En él Rosana Acquaroni proclama el vosotros, la poesía para los nadie por derecho de naturaleza. Porque vendrá la muerte/volcará su cemento/ su turba desmedida/ y un corazón de insectos se adueñará de todo para siempre. En él la muerte se hace pública y por esta propiedad, que la distingue, merece que la pongamos en el centro de toda meditación: Hincad el corazón, asomaos a la vida, y veréis todo aquello que se esconde… Un deslegañado necesario para nuestros ojos, en estos días donde la muerte se transforma, e incluso se hace broma con ella. Luego, en su segunda intervención, hubo un poema que nos dejaba tiritando: “Tiempo de opacidad”, si bien al inicio del mismo (Tiempo de desencuentro…) podría contradecir el comienzo del apartado de ella en esta nota del viernes 9 de mayo, su apoteósico final: los labios que te miran/ mientras muerdes/ un pedazo de invierno en el fondo de un beso, haría justicia a nuestro sentir.
DEBAJO DE CADA CUERPO HAY UN INFIERNO
(c)Federico Romero |
En Vallecas tenemos la fortuna de contar con una poeta con estilo, que tiene en sus obras el carácter propio de quien hace de la constancia su exclusivo sello, y es en esa perseverancia donde residen los apelativos con los que podemos adjetivar la obra de Sonia Fides; si hay otros, todos tienen que ver con el trabajo y el esfuerzo, con la brega en la gimnasia del escritor, no en vano Sonia se maneja con acierto, tanto en narrativa como en poesía; las lecturas, que me consta que acumula, capacitan con fluidez sus libros publicados. Fue ella quien decididamente quiso leer en último lugar, y desde ahí ofrecernos la originalidad de su poesía, basada en detalles y distintivos que rozan los sofisticado pero que sin embargo entroncan perfectamente con el hecho espontáneo de la sencillez. La lectura de Sonia nos traería, además de algún que otro inédito como “Hay un hombre sin sueño en New York”, una selección de “Mi vida con Julio Verne”; libro de poemas publicado en 2013, que te puede trasladar a esa tiniebla, donde la tierra bien pudiera ser un pozo negro y la sinrazón el asomarse, para dejarnos caer; aunque en el horror de la caída siembre quede la esperanza de que alargue una mano hacia nosotros, bien de su brocal, bien desde su profundidad; para salvarnos o terminarnos de tragar: Debajo de cada cuerpo hay un infierno, dice uno de los versos en un poema de este libro; en el que además llama la atención el que no aparece un sólo título más allá del que haga parte de estructura, quizá a modo de necesidad; sin embargo esta autora hace del encabezado de sus poemas un propio poema, es decir solo con el título ellos mismos funcionarían perfectamente, y así se puede comprobar en anteriores obras, sirva de ejemplo la mayoría de los que aparecen en su libro de poemas “Electra se quita el luto”.
Aguardamos a que mayo siga su ritmo, el final del mes se presenta intenso, con feria del libro incluida; esta primera parte de este ciclo de poesía contemporánea también ultima sus jornadas, que darán fin la primera semana de julio, para luego retomarlo en el mes de septiembre, y aunque no es hora de hacer inventarios (ni hay por qué), ni sacar conclusiones, lo cierto es que como experiencia, más allá de la positividad de estos encuentros, ha superado todas la expectativas iniciales. Mientras tanto para terminar este mes, el viernes 23 de mayo tendremos con nosotros un nuevo POéTIKAS, tan sugestivo como los anteriores, y para ello contaremos con la presencia de la poeta Raquel Ramírez de Arellano y los poetas Miguel Ángel Muñoz Sanjuán y Juan Carlos Mestre; ya sabéis, aunque no nos cansamos de repetirlo, que las puertas están abiertas. Os esperamos.
Gsús Bonilla
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