Hay una manada de elefantes delante de tu casa.
Los Regulares Marroquíes los vigilan expectantes
encaramados al amarillo del cartel con el nombre de la calle.
Los Regulares Marroquíes los vigilan expectantes
encaramados al amarillo del cartel con el nombre de la calle.
Hay una manada de elefantes en formación ante tu puerta;
sales al balcón a saludarlos, la belleza se detiene entre tus hombros.
Los elefantes, uno a uno, se arrodillan con esfuerzo.
Hermosura no es palabra, es un silencio.
No se mueve el viento en tu calle
cables de la luz, ventanas rotas,
todo se ha detenido un segundo para verte respirar.
sales al balcón a saludarlos, la belleza se detiene entre tus hombros.
Los elefantes, uno a uno, se arrodillan con esfuerzo.
Hermosura no es palabra, es un silencio.
No se mueve el viento en tu calle
cables de la luz, ventanas rotas,
todo se ha detenido un segundo para verte respirar.
Hay una manada de elefantes esperando a que estornudes.
Nunca una mañana de domingo fue tan espléndida.
Nunca una mañana de domingo fue tan espléndida.
De: Elia Maqueda (inédito)
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