Cuídate del bosque
un árbol ante el hombre
no da muchas más opciones
tienes la posibilidad de contemplarlo
hasta que aflore la obligación
por abrazar su tallo
o bien
venerar su porte de escultura
en ocasiones te ofrece
algunas de sus ramas
como invitándote a anudar
una soga en ella
pero en ese instante
has de ser tremendamente hábil
y apartar la mirada
hasta hincarla en el suelo
no sea alces los ojos
hacia el cielo
y te hechice el esplendor
de las estrellas
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